Políticamente
Adolece este mundo tales males, que a contarlos jamás me atrevería, de miseria, egoísmo e ideales que en vano, en fementida gallardía, juntando en nuevos lienzos los retales, de caduca y errática homilía, esgrimen en frenética batalla quebrando del buen juicio la muralla. ¿Cabe alguna esperanza en este lío? ¿Puede soltar la espada el férreo nudo que ata las voluntades del gentío? ¿Puede la pluma de un poeta mudo enardecer, el día más sombrío, de un público gritón y testarudo, la mente que, a la libertad ajena, su vida a sus tiranos encadena?